Con el concierto casi acabado, y la gente pidiendo mas, nos decidimos a tocar Oso Panda, un clásico de Lendakaris, tanto se animó la cosa que subieron a cantar dos amiguetes nuestros, Ángel y Adolfo; y Calero, que volvió de hacerle los recados a su madre.
Aquí podéis disfrutar del audio con calidad extremadamente media mientras veis durante 20 minutos una foto nuestra:
Y aquí está el cartelón, de mano otra vez de nuestro amigo J.M. Díez:
Con mil cañones por banda, el barco se hundió de sobrecarga.
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